A razón de los hechos narrados aquí por Su Santo, y que os transcribe:
Diario
2
Ayer por la noche estuve a punto de perder la poca dignidad que me queda. Pilar se estaba arreglando para salir a dar una vuelta. Yo la oía desde el comedor proferir quejas persistentes a propósito del pelo ingobernable que se le había quedado por irse a dormir con el cabello mojado. Al poco apareció en el comedor y me preguntó si yo sabía hacer trenzas. Normalmente no hubiera acudido a mí para semejantes menesteres, habría echado mano de su hermana Maribel, que vive en el piso de arriba, pero mi cuñada estaba asistiendo a una de las doscientas cincuenta bodas a las que acude al año. No entraré ahora en detalles al respecto porque no procede, pero sólo apuntaré que lo de mi cuñado y mi cuñada es para realizar un estudio serio. Quiero decir que si las estadísticas que esta misma semana han salido a la luz indican que el número de bodas se ha reducido notablemente a causa de la crisis, no entiendo cómo es posible que ellos asistan cada años a más. Estoy por pensar que son la clase de personas que no saben decir que no, y aceptan asistir a la boda del primero que se lo pide, aunque no lo conozcan de nada.
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Artemisa debe alegar unos cuantos datos en su defensa.
- Su leonina melena tras los excesos del verano, sin previo paso por la peluquería sigue ingobernable
- Tampoco es para tanto!!!! pedirle a tu Santo su colaboración “peluquil”, además experiencia no le falta, lleva peinando y poniéndole pasadores al cachorro humano y a su rizada melena dos años ya (aunque el cachorro esté a punto de cumplir cuatro años, fue calva la mitad de su vida, para su suerte)
- El saber no ocupa lugar.
- Podía haber sido mucho peor, Artemisa aún no ha osado pedirle a su Santo que le coloque la Henna, que ríete tú de poner un simple tinte.
- El amor no tiene límites, ni entiende de oficios.
- Si el orinal fucsia del cachorro era poco apropiado, siempre estaba la opción coger la silla roja infantil de Ikea.
Tu di que sí, de vez en cuando colaborar en este tipo de tareas nunca está de más, jeje.
ResponderEliminarAlex alguna vez me ha ayudado a plancharme la parte de atrás del pelo, cuando yo he perdido los nervios o cuando estuve con la tendinitis, yo a cambio le hago las piernas a cera, jajaja xD.
Las trenzas en sí no me dicen demasiado, pero espero poder tener, algún día, el pelo lo suficientemente largo como para llevarla al estilo Tomb Raider :P.
Molts petonets futura super tieta!!!!!
Le doy la plancha a mi santo y sale huyendo hasta la Patagonia, jejeje Mañana sabremos si es niño o niña, por Dior que sea niña!!
ResponderEliminarJa, ja, ja, pues anda que no perdemos la dignidad nosotras por ellos. En fin, seguro que si le insistes otro día alomejor lo convences.
ResponderEliminarwww.mepasoeldiacomprando.com
Al mío ni se me ocurre pedirle que me haga una trenza. Hace tiempo le pedí que me peinara y me dio unos tirones... todavía me duele!! Y eso que tengo el pelo más o menos liso y no se me enreda.
ResponderEliminarTengo bastante con pedirle que me limpie las vigas y mate los bichitos.
Pero estoy de acuerdo con tus alegatos, tu santo debería haber hecho el esfuerzo y hacerte la trenza. Rachel dixit.
Besos!
Así que se puso rebelde,eh??
ResponderEliminarDale caña Artemisa! y tú ponte mascarilla,por Dior!
Estoy yo para ir hablando : il mio marito ni peina a las cachorras!y más les vale,porque todo su talento lo canalizó hacia los pentagramas...
Aquí estoy,forrando unos cunatos libritos más,tan ricamente...con un dolor de espalda!
Petonets,Carmen
Me meo con vosotros dos! Ya os imagino...
ResponderEliminarLigeramente más alta que yo, dice,jejeje. Ligeramente es poco. He de decir en defensa de tu santo, que yo tampoco se hacer trenzas. Es cierto que he estado años peinando a mi peque (ahora ya se peina sola) y solo hacia moños y colas.
Petonets, Jose
Recuerdo esa escena y ya le comenté algo a tu santo al respecto, jajaja. Antes de pedirle al mío que me haga una trenza, directamente me pongo un turbante. Si le pido que me abroche un collar puede estar horas y horas dándole vueltas con sus torpes manazas, hasta que me lo tengo que poner yo misma viéndolo del revés en el espejo y tocándome el pecho con la barbilla. En fin...
ResponderEliminar¡¡Diossss... por un momento me he imaginado a Mr. J haciéndome las ingles...!!
ResponderEliminarCreo que prefiero que me arranquen las uñas... Sí. Sin lugar a dudas... ;)
Muas
morethanchic.com
Yo prefiero raparme .
ResponderEliminarEfectivamente el amor no tiene limites
Ja, ja, ja, muy bueno. Ni me planteo pedirle a mi santo que me haga una trenza, para él es causa de divorcio directo :).
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
jajaja, me encanta mi m es del mismo clan, que ni se me ocurre pedirle algo de eso!
ResponderEliminarBesos preciosa,
xesetec
Carrie, creo que con el tema trenzas tengo la guerra perdida!!! Mi próximo objetivo en enseñar al cachorro, jejejej
ResponderEliminarRachel, que le vamos a hacer, nosotras si nos lo pidieran lo haríamos sin dudarlo, o no?
Carmen, pues estoy por confesar que él la peina mejor que yo, no se lo digas a nadie.
Jose, moños y colas tu eres un Llongeras en potencia.
Virginia, hay los collares eso nos da para otro post, jejejej gracias por la idea
Ingrid, ya será menos, jejeje
Cristina, repito si a nosotras nos pidieran algo semejante lo haríamos sin ninguna objeción
Lynn, esta claro que nos peluqueros heteros no existe, jejejej
Xesetec, yo también he aprendido la lección, pero al menos nos hemos echado unas risas, jejej
Gracias chicas y Jose
Jajaja!!!!.... Que gracioso!!.. Como me he reído!!... Te sigo!!
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