COMO CADA DÍA

Artemisa ha rescatado un viejo cuento de su antiguo ordenador, escrito allá por 1999, os lo ha copiado tal cual, sin tocar una coma, ni un punto, quizás merecería un pulido y un abrillantado, pero ha pensado que perdería la frescura de su momento.

Eran las tres y media, María venía de dejar a sus dos hijos en el colegio, como cada día, se dirigía a la cafetería de turno, como cada tarde, a tomar el café de siempre con las amigas de la infancia. Mientras iba hacia el bar, pensaba que su existencia debía cambiar. Pero como cada día de ahí no pasaba. Estaba harta de llevar aquella vida rutinaria y monótona, necesitaba un cambio, y le angustiaba la idea de que su devenir pudiera ser así durante muchos años. Una tarde tomando café, en la cafetería de siempre, hablando con sus amigas de siempre, una de ellas le comentó que conocía a una pitonisa que vaticinaba el futuro, -aunque parezca increíble, las amigas de siempre en la cafetería de cada día no hablaban todas las tardes de los mismos temas. Sin pensárselo cambió el rumbo y se dirigió a la consulta, con el único fin de saber si su vida iba a seguir así durante mucho tiempo. Además el sólo hecho de no ir a tomar café aquella tarde, ya no hacía una tarde como la de cada día, y aquello ya era un acontecimiento a tener presente en una vida tan lineal. Al llegar a la consulta vio una placa donde se indicaba el nombre de la pitonisa: “Faustina Piqué”, su curioso horario de visita: “De ocho y media de la mañana a nueve, de tres y media a cuatro de la tarde, y de nueve y media a diez de la noche” y una frase que decía “Los fenómenos atmosféricos en tu vida”. María estaba de suerte, llegó dentro del horario previsto y no había nadie en la consulta. Estaba un poco extrañada porqué era la primera vez que iba a un sitio como aquel,  y porque se esperaba encontrar un lugar más esotérico y no tan científico. La consulta estaba llena de pluviómetros, termómetros e instrumentos diversos, para controlar y medir los fenómenos atmosféricos, y la pitonisa no apareció vestida con túnica, sino con un elegante traje chaqueta de Adolfo Domínguez y una barita metálica en la mano. Faustina al verla, no en vano, la obsequió con la mejor de sus sonrisas. Para pronosticarle su vida desenrolló una lamina colgada de la pared, con una silueta femenina dibujada y  esta fue su predicción:

 “En tu cabeza tenemos una borrasca pasajera, que desaparecerá en unos cuantos días y pronto volverá a lucir el sol. Ya que se avecina un Anticiclón por las Azores que dejará huella en tu mente, que persistirá una larga temporada y hará brillar un sol estival. Estarás radiante, despejada y esto te permitirá resolver con gran éxito esa serie de problemas que tienes ahora en tu vida, y que son estos nubarrones que estamos viendo en la foto del satélite meteosat. En tu cara puedo ver en ocasiones débiles precipitaciones, que no recogen más de quince litros por metro cuadrado a la hora, lloviznas imprevisibles, pero que hacen que  siempre  vayas con el paraguas en  el bolso -los kleenex. No te preocupes, con la llegada del Anticiclón a tú cabeza, estos pequeños chubascos, típicos de la zona norte de España, desaparecerán y pasarás a una época de sequía, aunque  poco preocupante. Tus extremidades presentan nubes persistentes de componente eléctrico, eso quiere decir que las tienes en tensión y que deberías no descargar tanta fuerza sobre ellas, ya que puede producirse una tormenta eléctrica si no haces nada. En la parte más septentrional podemos observar como tu aparato reproductor y tus zonas erógenas están pasando por un periodo de sequía, que con la llegada de la bonanza de la que te hablo, se acabará. Disfrutaras de un increíble tiempo primaveral de lluvias esporádicas pero intensas en tu huerto, que en términos hortícolas  facilitaran la siembra de hortalizas como el nabo y la remolacha. Seguido de sol y altas temperaturas  que te darán una increíble cosecha a principios de milenio. Finalmente en tu corazón puedo ver una borrasca, que proviene del norte de tu cuerpo y que hace días ha dejado una plausible huella. Lluvias torrenciales, bajas temperaturas y vientos de fuerza cinco en componente norte. No te preocupes, ese anticiclón que se instalará en tu mente pronto y sin darte cuenta,  se desplazará hacia tu corazón, y podrás disfrutar de un tiempo estival, que te ayudará a tomar esa gran decisión a la que llevas varias estaciones dándole vueltas. El resto de tu anatomía sin grandes alteraciones, y con las temperaturas en ascenso a medida que el anticiclón llegue a tu cuerpo. Durante la regencia de este fantástico periodo, tu existencia se verá culminada con algo tan poco frecuente cómo un parhelio^[1].

Y esto es todo María, tendrás más información en los siguientes informativos, y cada hora en Radio Nacional de España, o si lo prefieres puedes llamar al teléfono que sale impreso en este mapa”.

            María abandonó la consulta, hecha un lío. Realmente aquel aislado incidente ya había hecho que aquella tarde no fuera como cada día. Pero ahora que debía hacer. Tomar la gran decisión de su vida, divorciarse de su marido y emprender una nueva etapa con el vecino del quinto, el Biólogo. Se sintió muy feliz y pletórica acariciando la idea de un futuro común con su amante y encima con la posibilidad de que su huerto diera frutos de nuevo, nabos y remolachas, a caso se refería a mellizos, se cuestionó. Cuantas veces soñó con ser madre de mellizos o gemelos. No podía quitarse de la cabeza  lo del riego del huerto, fascinante, maravilloso, húmedo, sublime, salvaje, su amante la transportaba siempre a pasajes inexplorables e islas desiertas jamás inventadas. Estos fueron los últimos pensamientos de María al dar el contacto del  coche, y estallar por los aires. Cómo cada día el proceso de Paz en Euskadi aniquila centenares de ilusiones, y lo peor de todo a sus propietarios.

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^[1] Fenómeno luminoso poco común, que consiste en la aparición simultánea de varias imágenes del Sol, reflejadas en las nubes y por lo general dispuestas simétricamente sobre un halo.

Quizás os haya parecido un poco largo, tal vez pueril, no lo sé, pero es el pequeño-gran homenaje al fin de una etapa demasiado larga y demasiado dolorosa