IKEA O LA FIESTA DE LOS SENTIDOS

Una visita a Ikea es siempre una festival para todos los sentidos, eso sí, depende si vas con cachorro o no para que sea más festival o menos, o que tengáis la suerte que se quieran quedar “aparcados” en la piscina de bolas. Si queremos disfrutar de todos nuestros sentidos, sin necesidad de utilizar el sexto, para estar diciendo todo el rato, niña eso no se toca o ahí no te puedes subir, lo más recomendable es no llevarlos.

Por suerte, la última visita de Artemisa al templo de la decoración low cost, fue sin cachorro y sola, así que deleite asegurado. Ir a Ikea es adentrarse en un mundo perfecto, en una casa perfecta, es una oficina perfecta, todo es más bonito y de mejor calidad que en el almacén, todo está más ordenado que nuestras propias casas, por mucho que nos empeñemos en comprar recipientes varios, para que nuestros cachorros guarden su artilugios, las flores pese a ser de plástico son perfectas, en definitiva un mundo ideal (mejor lo dejo, porqué voy acabar pareciendo la prota de una peli de Disney).

Eran las 3 de un viernes cualquiera y Artemisa tenía dos hora por delante, qué comience la fiesta!!! Como no podía ser de otra manera la fiesta comienza en el Bistro, todos sabemos que no es El Bulli, pero cuando te conviertes irremediablemente en madre-trabajadora-ama-de-casa-esposa-abnegada y bloguera, agradeces un plato caliente que no hayas tenido previamente que ir al mercado a comprar la verdura, el pescado a la pescadería, y cocinarlo tu misma.

Salmón con verduritas, timbal de patatas y salsa de mostaza

Ahí el sentido del gusto inaugura el festival, la vista en todo Ikea como ya he dicho se va recreando ante tanta perfección. Sin embargo el sentido del oído, no está aún lo suficientemente cuidado, ir escuchando todo el rato Cadena Dial, que para la que no la conozcáis viene siendo como los 40 principales pero del “tiqui-tiqui”, es de decir de canciones folclóricas-ligeras tipo Camela, con el agravante que las ponen una y otra vez. Con respecto al sentido del olfato, es ese olor a nuevo que tanto nos gusta, que poco prevalece, sumamente efímero, acompañado como no, del olor a velas y popurrí, que sinceramente llevan alguna sustancia adictiva incorporada, porqué siempre siempre hay que acabar comprando velas perfumadas, aunque sabes de sobra que en casa ya tienes. Finalmente el sentido de tacto se exalta con esas alfombras mulliditas y sin ácaros, sin pequeñas piezas de juguetes…. o esas maderas lisas y sin imperfecciones (nada que ver con las del autoservicio).

El motivo de la visita de Artemisa no era otro que la adquisición de un wok, el resto de cosas que se fueron para casa con ella, es anecdótico, incluidas las velas perfumadas, las perchas de madera blancas… (próximo post mis compras y sus usos). Todo ello sin enumerar los alimentos indispensables adquiridos en la tienda sueca, tales como bolsas de patatas fritas, galletas Vallerina, paté de cangrejo o cebolla frita, imprescindibles en cualquier dieta por puntos que se tercie.

Anticipo de las compritas de Artemisa

Y como bien empieza lo que bien acaba, antes de decir adiós al mundo ideal llamado IKEA, Artemisa se pasa nuevamente por el Bistro para degustar esos rollitos de canela que le “tenen el cor robat” por Dior que buenos!!!!!!

Rollito de canela + pseudo café con leche

PD: A la publicación de este post Artemisa os confiesa que tiene que volver, unos bols de cristal para ensalada se han roto.

Bye Bye Ikea